A este querer mirar sólo la cara fácil y placentera del amor- sin ver que esa es sólo una ilusión del amor, un falso amor- se suma el gran engaño del modelo de amor libre que pregona la televisión, los best-sellers, el cine, muchos ídolos juveniles...Todos ellos muestran las bondades del amor ligth, sin papeles, sin ese aterrador "hasta que la muerte nos separe", sino "hasta cuando dure el amor". Además, han logrado acuñar el término "amor libre," como si la libertad en el amor fuese estar sin ataduras. Y se plantea ese tipo de amor, sin vínculo de por medio, como la mejor forma de gozar del amor sin sufrir por amor.
Habrá que responder que la gran diferencia entre el animal y el ser humano radica en la libertad. Mientras el primero se aparea hasta saciar su apetito- equivalente a ese cuando se acabe el amor-, los hombre y mujeres conocer con su inteligencia al ser amado, quieren con su voluntad a ese ser único que han diferenciado de todos los demás y, finalmente, con su libertad lo eligen con amor de predilección. Y que en el ejercicio de entregarse y darse al otro en el matrimonio, se aumenta la capacidad de dar, con el incremento paralelo en libertad.
Basta de confundir libertad con escoger a uno, luego el otro y después a otro más. Eso del amor libre es sólo ser esclavo de los instintos, del placer momentáneo, de la falta de decisión y voluntad personal.
Hasta Pronto.
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