martes, 15 de abril de 2014

ANALFABETISMO AFECTIVO

El término "analfabetismo afectivo" se describe, en términos de una incapacidad de aprender a leer y escribir el lenguajes afectivo del amor. Para aprender una lengua, es peciso escuchar y convivir con personas que la hablan bien y dialogar con ellas una y otra vez- Así aprende el niño a hablar y, posteriormente va aprendiendo la gramática y la sintaxis, hasta que consigue leer y escribir correctamente. De manera análoga, el lenguaje del amor se va aprendienteo en contacto con las personas que más nos aman y, de este modo, la persona se va disponiendo para vivir el don de sí. Aprender a leer y escribir los afectos consiste en saberlos interpretar e integrar. Notemos que ambas cosas van unidas: cuanto más y mejor leemos (interpretamos), vamos escribiendo y redactando (integrando) mejor, ya que se va enriqueciendo nuestro vocabulario y somos capaces de redactar párrafos con más precisión y belleza. Se vislumbra, así, la importancia de la amistad donde se da una unidad singular entre la libertad y el afecto en un dinamismo interno que conduce a afrontar el drama de la vida como construcción de una historia. La importancia de los amigos ha sido destacada singularmente en la edad de la adolescencia. La pandilla, sin embargo, no siempre conduce a una madurez sino que se convierte en el lugar donde el adolescente se mimetiza, se "esconde" y refugia en una "mística" de grupo que no le compromete y donde se encuentra cómodo. La amistad (una experiencia necesaria en todas las edades de la vida) es el camino privilegiado para penetrar en el sentido de la felicidad, del fin último de la vida. Aristóteles afirma en su Ética a Nicodemo: "lo que podemos mediante los amigos, de algún modo lo podemos por nosotros mismos". Cultivar amistades sanas, incluidad la amistad con Cristo, es un modo de aprender a integrar e interpretar los afectos de la propia libertad.