domingo, 6 de octubre de 2013

NO TE TOMES A LOS SERES QUERIDOS TAN A PECHO

Cuando alguien que nos quiere nos hace daño, tenemos que distanciarnos de la situación y valorar sus palabras comos si fuéramos la madre de un niño pequeño. Piensa en cómo respondemos a nuestos hijos cuando son pequeños. Tiene rabietas, se tiran al suelo y gritan un sinfín de ridículos insultos contra nosotras. ¿Les respondemos pidiéndoles perdón o les mandamos a su habitación o a pensar en un rincón? Haremos lo segundo, espero. Cuando un ser querido nos hace daño, lo mejor para nosotras y para nuestra relación con él es hacer un simple ejercicio: repasa sus palabras como si fueran dirigidas a un amigo, no a ti. Al quitarnos de la escena por un momento, podemos analizar objetivametne sus palabras y tratar de ver si son razonales o no. Muchas veces las palabras no tienen nada que ver con nosotras y solo tienen que ver con el enfado. Piensa en una ocasión en que un ser querido haya herido tus sentimientos. ¿Sigue abierta la herida? ¿puedes revivir la experiencia, imaginándotela desde la perspeciva de tu ser querido? Llámale o escríbele algún tipo de mensaje, haciéndole saber lo que has aprendido sobre vuestra relación después de haber contemplado el conflicto desde otro punto de vista. Hasta Pronto

No hay comentarios: