Llegan las vacaciones y el buen tiempo, facilita que nos animemos ha realizar más actividades al aire libre, así que si bien es un hábito saludable que debemos mantener durante todo el año, aprovecha el pleno verano para hacer ejercicio en familia.
Además de practicar ejercicio, que no olvidemos que contribuye a mejorar tanto la salud física como mental, compartiréis momentos inolvidables con vuestroS hijos.
La actividad física forma parte de su desarrollo integral, así como nos ocupamos de que aprendan, el ejercicio debiera ser una prioridad a la hora de educarlos, pues creo que no se le da la importancia que tiene. Hoy en día en más importante fomentar el juego con máquinas que el juego al aire libre.
Como en todos los órdenes de la vida, la práctica de ejercicio es un hábito saludable que los padres deben trasmitir a los hijos a través del ejemplo. Cuando los padres son activos, los niños también lo son. Si ven a sus padres practicarlo desde que son pequeños, los niños asimilarán el ejercicio como parte de su vida.
Cuántos casos conocemos de padres deportistas que han aficionado también a sus hijos en el mismo deporte. Pero no hablamos en este caso de profesionalismo, sino de compartir momentos en familia realizando actividades en común, compartiendo experiencias, esfuerzo y un contacto más próximo.
En verano las opciones se multiplican, caminatas, paseos en bici, nadar, patines, juegos en la piscina, trekking en la montaña, deportes colectivos… las modalidades son infinitas, así que seguro que encontráis algo que os guste a todos. Si lo incorporáis a vuestra rutina de verano, los niños se acostumbrarán a asociar la práctica de ejercicio como una forma de ocio y diversión. Disfrutad del buen tiempo, ya vendrá el contrario y no abrá más remedio que quedarse en casa.
Así que, aprovecha las múltiples posibilidades del verano para hacer ejercicio en familia, pero sobre todo para gracias a él, compartir buenos momentos con tus hijos. Hasta la próxima
