viernes, 4 de marzo de 2016

"ESPOSAS VIVID BAJO LA AUTORIDAD DE VUESTROS MARIDOS"

Son de las frases que cuando estás en misa  y la oyes y miras a tu alrededor la gente se revuelve en el banco y hay murmullo general de desaprobación. Al margen de la ortodoxia del cura de mi pueblo y la tendencia a quedarse con lo que a uno le gusta del Evangelio y la Doctrina de la Iglesia y rechazar lo que no, está el problema de echarle la culpa a San Pablo, y considerar que es él quien se equivoca y no los demás.

Porque que yo sepa la autoridad es servicio ¿no es así? y además quien tiene la autoridad tiene también la responsabilidad última, ¿verdad? Entonces ¿que problema le ven las mujeres a que la peor parte se la lleve el marido y sea él quien cargue con todo el peso de la familia, entregue su vida a su servicio y encima le pidan que "ame a su mujer como Cristo ama a su Iglesia"????
Es lo que San Pablo le dice a los maridos es que den la vida minuto a minuto por su mujer y, que la amen con locura y la tengan mimada y en algodones y que sean ellos quienes tiren del carro y tengan la responsabilidad de que aquello salga bien.
¡¡¡Y encima las mujeres nos quejamos!!!!

Si lo único que tenemos que hacer  es dejarnos querer y cuidar y dejar que nos cuiden nuestros maridos, que curren y paguen el pato.
De verdad que esto de la ideología de género, el feminismo y toda esta mandanga nos ha hecho unas "pringadas", lo teníamos todo y así , de gratis y encima tan orgullosas, lo hemos tirado por el barranco. Ahora estamos mucho peor, trabajo fuera, trabajo dentro y cuando llega las 22.00 de la noche no estoy ni para conversaciones.
Y claro, luego vienen los problemas familiares porque todos quieren mandan y nadie quiere servir. El problema no es de San Pablo sino nuestro, no nos engañemos.