jueves, 2 de julio de 2015

NO ESTÁS SOLO

Hace bastante tiempo que no escribía en el blog, la vida en estos últimos meses se ha fijado más en mí. Hoy quiero empezar rompiendo el hielo y me gustaría hacerlo a través del siguiente escrito que quiero compartir con vosotros y que lo he recibido de un amigo, espero que os guste y saqueis de estas lineas todo el jugo que lleva.

Es jueves. La mañana se ha levantado temprano, y eso hace que te arrastre también a ti en un desesperado intento de apurar cada minuto de una jornada que se abre ante ti con todas las posibilidades de vivir aventuras que vayan emborronando el folio en blanco que acabas de estrenar. Como siempre, deberás ir intuyendo qué es lo que hoy quieres escribir en el folio de tu vida.

     Es un día bueno el de hoy para sentirte vulnerable. Quizá no esté muy en consonancia con lo que el mundo quiere hacerte creer. El mundo te invita a la auto suficiente sensación de que no dependes de nada ni de nadie y que te basta con tu sola presencia, contigo mismo. Pero sabes que no es verdad.
     Sentirte vulnerable significa tomar conciencia de que no puedes entenderte a ti mismo si no es en esa genial y curiosa dependencia con las personas a las que amas y que te aman. La dependencia que no tiene nada que ver con la posesión sino con el disfrute. 
    Eres vulnerable porque disfrutas de la compañía de tus seres amados; amas y te sientes amado. Y por ende, también sufres. Sufres A las personas, sufres CON las personas, sufres POR las personas, sufres SIN las personas que te son imprescindibles. Sin las que tú mismo no eres comprensible ni entendible. Sufres porque el amor tiene precisamente ese precio: el amor nunca está exento de un cierto sufrimiento. Pero es esa "regalada llaga" que dice San Juan de la Cruz. La llaga que "matando, muerte en vida ha trocado". Muriendo a ti mismo, descubres la vida. Renunciando a tu "yo" entras en el misterio del "nosotros" y te das cuenta de que nunca has ganado tanto. Nunca has crecido tanto. 
     Hoy quizá también te tocará sufrir. Y parte de las líneas del folio que hoy escribirás albergarán marcas de tus lágrimas vertidas en el papel. Pero no dudes que cada una de esas lágrimas son parte de ti, parte de tu ser y de tu persona. Y si amas y sufres, nunca tu sufrimiento será inútil ni estéril. Solamente las personas a las que amas intensamente son merecedoras de tus lágrimas. Es verdad que quien no ama posiblemente se evita muchos sufrimientos... pero el precio es la muerte. La soledad. 
     Sal hoy a la vida después de dejar al café de esta mañana obrar el milagro de llenar de aroma tu alma. Y prepárate a disfrutar del impagable placer de sentirte amado por personas maravillosas que te acompañan el camino, para quienes sus vidas no son entendibles sin tu presencia y cercanía. Y no olvides que ellas dependen de que tú estés bien; de que seas plenamente feliz. Para así poder ellos alimentar su vida en la tuya. Que sea un precioso día para tí. Y para los tuyos.

No hay comentarios: